Ahora no estoy tan segura de que te vaya a encontrar al fondo de estos pasillos oscuros que recorro a tientas, en medio de numerosos tropiezos.
Tu encanto consiste en deslizarte de mis dedos cuando trato de atraparte.
Sólo me queda volverme una ausencia punzante, el repiqueteo de un nombre que no quiero que te deje en paz.
13/02/00